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Etiqueta con #limaeslinda tus fotos de Lima y haremos repost a nuestras favoritas 🙂
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El sunset de verano en Lima nunca deja de sorprendernos y de alegrarnos la tarde.
El equipo de «Madrileños por el Mundo» (el programa de TV de España) visitó Lima y quedó maravillado con sus playas, su caos, su historia colonial, su gastronomía, sus desiertos y su gente.
Este es el reportaje completo:
Si este fin de semana optas por quedarte en Lima y quieres estar en contacto con la naturaleza, te recomendamos estos parques para dar un paseo:
El Olivar, en San Isidro
Parque Tres Picos, en Miraflores
Parque de la Exposición, en el Cercado de Lima
Parque La Pera del Amor, en Magdalena
Parque Central de Miraflores & Parque Kennedy, en Miraflores
El Parque de la Amistad, en Surco
Parque Reducto, en Miraflores
Campo de Marte, en Jesús María
Parque Ramón Castilla, en Lince
Parque María Reiche, en Miraflores
¿Tu parque favorito no está en la lista?
¡Dinos en los comentarios cuál es y lo añadiremos!
Estas son las cosas que más me gustan de Lima y que extraño después de haber vivido en otro país por 5 años. Las comparto con ustedes, ya que muchas veces las damos por sentadas y no está de más que alguien nos las recuerde para volver a apreciarlas.
1. La puerta de un limeño siempre está abierta. Me costó darme cuenta de que no es así en el resto del mundo… En Lima uno puede caer a almorzar a casa de un amigo o llegar a un cumpleaños sin haber sido invitado, y eso nunca será un problema. Donde comen 2, comen 3… donde beben 10, beben 20.
2. Sus procesiones, especialmente la del Señor de los Milagros. Seas creyente o no, es estremecedor ver físicamente la cantidad de gente que une una misma fe.
3. Tiene la mejor comida del mundo, sin duda. Concentra todos los sabores del Perú en una variedad infinita de escenarios, que van desde creaciones gourmet en los restaurantes más elegantes, hasta el ceviche más sencillo y sabroso en un kiosko frente a la playa, con pescado recién sacado del mar.
4. Su pasión por el fútbol. No importa que no vayamos al Mundial desde hace 34 años; el fútbol para los limeños es una fiesta. Un partido de Perú o un «clásico» es siempre la oportunidad para juntarse con amigos y celebrar, sea cual sea el resultado.
5. Es una ciudad en desarrollo, y no hay vuelta atrás. Finalmente los limeños hemos comenzado a amar nuestra ciudad y a sentirnos orgullosos de ella. Cada vez la cuidamos y la queremos más, y esto no va a parar.
6. Su clima. A pesar de que solo vemos el sol en verano, durante los 365 del año nunca pasamos ni demasiado frío ni demasiado calor, nunca tenemos que usar paraguas ni abrigos de invierno. Esto es un lujo que sólo descubrimos al viajar a otras partes del mundo o del mismo Perú y enfrentarnos a climas mucho menos amigables.
7. Su vista al mar. Es una de las pocas capitales del mundo que está al pie del mar. El sentimiento de claustrofobia no existe en Lima, siempre puedes mirar hacia el mar y escapar del caos por unos segundos.
¿Cuáles son las cosas que amas tú de Lima?
¡Cuéntanoslas en los comentarios!
Coworking es una modalidad flexible de alquiler de oficinas a través de la cual solo alquilas el espacio que necesitas por el tiempo que lo necesitas.
Es una buena alternativa para quienes trabajan solos (por ejemplo, freelancers), para startups o empresas que recién comienzan y no tienen presupuesto de infraestructura, y para empresas cuyo personal suele ser rotativo o no necesita usar un escritorio el 100% del tiempo. Además del alquiler del espacio de trabajo y de servicios adicionales, un “coworker” se beneficia de la interacción con sus compañeros de carpeta.
Desde hace unos meses algunas empresas ofrecen ya el servicio de coworking en Lima.
Comunal Coworking (www.comunalcoworking.com)
¿Qué ofrecen? Escritorios individuales, mesas de trabajo, espacios flexibles, internet de fibra óptica, salas de reuniones, recepción, lockers, cocina, terraza, charlas & workshops.
¿Dónde? Jirón Colina 107, Barranco y Calle Gral. Recavarren 111, Miraflores.
¿Cuándo? Abierto 24 horas, los 7 días de la semana.
CoWork Perú (www.coworkperu.com)
¿Qué ofrecen? Wi-Fi, dirección comercial y recepción de correspondencia, oficinas abiertas, oficinas cerradas (para hasta 7 personas), oficinas gerenciales, salas de reuniones, salas de conferencias, cocina, terraza, sala de espera.
¿Dónde? Av. Primavera 543, 4to piso, San Borja.
¿Cuándo? De lunes a viernes de 8am a 7pm, sábados de 9am a 1pm.
¿Qué ofrecen? Wi-Fi de alta velocidad, espacios de trabajo fijos, espacios de trabajo flexibles, oficinas privadas, salas de reuniones, auditorio, talleres y cursos, lockers, café/infusiones/agua gratis, dirección comercial y recepción de correspondencia, impresora y fotocopiadora, mentoring de expertos en negocio.
¿Dónde? Trinidad Morán 990, Lince.
¿Cuándo? Abierto 24 horas, los 7 días de la semana.
Residencia (www.residencia.pe)
¿Qué ofrecen? Salas de reuniones, bar-lounge y cocina, espacios para eventos, impresora y fotocopiadora, Wi-Fi, café gratis, hemeroteca y publicaciones especializadas, dirección postal, lockers, eventos de networking y cursos, acceso a bolsa de trabajo.
¿Dónde? Avenida Reducto 1518, Miraflores.
¿Cuándo? Abierto 24 horas, los 7 días de la semana.
A es por Amor Amar y su chaufa de quinua (o quinoa).
B es por Los Bachiche y su mondonguito a la peruviana.
C es por Central (# 4 del mundo, según The World’s 50 Best) y su menú degustación de 17 platos, Alturas Mater.
D es por Danica y sus ravioles de choclo tipo humita.
E es por Edo y su maki acevichado.
F es por Fiesta (# 20 de Latinoamérica, según The World’s 50 Best – Latin America) y su arroz con pato.
G es por La Gran Fruta y su peruanísimo jugo de lúcuma y chirimoya.
H es por La Huaca Pucllana y su chicharrón de cuy sobre patacones de plátano, con vista a un templo pre-colombino.
I es por IK y su hermandad cerrada en un tiradito.
J es por José Antonio y su buffet criollo, uno de los más variados de Lima.
K es por KO Asian Kitchen y su pad thai, que te teletransporta a Bangkok.
L es por Lima 27 y su pastel de choclo.
M es por Maido (# 44 del mundo, según The World’s 50 Best) y su asado de tira Nitsuke.
N es por Nanka y su pachananka orgánica.
O es por Osaka y sus mariscos al fuego.
P es por Papacho’s y su hamburguesa papacha.
Q es por Quinoa y su bowl proteico, con quinua tricolor, pollo, espinaca fresca, pesto y queso parmesano.
R es por Rafael y su pizza de berenjenas y champiñones portobello a la parrilla.
S es por el Segundo Muelle y su ceviche de mariscos a los tres ajíes.
T es por el Chifa Titi y su pato asado.
V es por Veggie Pizza y su pizza Dalia del Bosque.
W es por Chez Wong y su ceviche con pescado recién salido del mar.
Z es por Zimmermann y la mejor torta de chocolate del Perú (y, probablemente, del mundo).
Foto: Zimmermann
En este ABC nos faltan la U, X e Y… ¿tienes alguna recomendación?
¿Qué otros restaurantes añadirías a la lista? ¡Dínoslo en los comentarios!
Disfrutar de Lima no implica tener que meter la mano al bolsillo. Aquí te sugerimos 10 cosas que puedes hacer gratis en nuestra ciudad.
1. Hacer un picnic “con vista al mar” en alguno de los parques del Malecón de Miraflores: Parque del Amor, Parque Raimondi, Parque Yitzhak Rabin o Parque María Reiche.
2. Hacer una visita guiada al Congreso de la República y al Museo de la Inquisición.
3. Empaparse de arte en la Galería Lucía de la Puente.
4. Participar de alguna de las actividades de la Casa de la Literatura Peruana, como exposiciones, cine, presentaciones de libros o cuenta cuentos.
5. Conocer la Casa Mariátegui, uno de los lugares de encuentro de personajes representativos de la vida cultural, artística, laboral y política del Perú de principios del siglo XX.
6. Ver los aviones y helicópteros del Parque Temático de la Fuerza Aérea del Perú.
7. Visitar el Museo de Sitio Bodega y Cuadra, el único yacimiento arqueológico del Centro Histórico de Lima que muestra una casa republicana totalmente restaurada.
8. Pasear por el Parque de la Exposición y apreciar sus distintos pabellones y fuentes.
9. Visitar una de las exposiciones en el Centro Cultural Garcilaso de la Vega.
10. Encontrarte con los personajes más importantes de la historia del Perú en el Cementerio Presbítero Maestro.
¿Qué otras cosas se pueden hacer en Lima de manera gratuita? ¡Escribe un comentario!
Espero que vayas pronto a Lima: Mayo es un buen mes para ir.
Espero que vayas a Lima y que la vivas. Pero sobre todo, espero que la sobrevivas.
Espero que vayas sabiendo que tienes que ir pero sin saber exactamente por qué vas. Saca los billetes unos pocos días antes. Haz la maleta con prisa y descuido. Espero que vayas buscando todas las respuestas a todas tus preguntas: a por qué te sientes tan perdido, a si algún día podrás recuperar eso que se te ha muerto. Aterriza en el Callao una madrugada espesa, atraviesa esa capa densa de nubes que separa el sol de la ciudad y pregúntate dónde está el cielo azul que dejaste aquí, el lugar de donde te fuiste. Descubre rápidamente que Lima es una ciudad imposible si esperas tonalidades más allá del gris. Jironea desde la Plaza San Martín hasta la Plaza Mayor. Confúndete con los limeños: en Lima todo el mundo mira siempre al cielo, buscando el sol.
Espero que te ofrezcan lápices yoyós ropa interior y DVDs. Nota el aire húmedo y enrarecido. Escucha los autos, las bocinas, el tráfico: que Lima te abofetee y te violente, porque Lima no es Lima si no te golpea. Espero que descubras que en Lima las reglas comunes no aplican: espero que te obligues a pensar en todo aquello que no puede suceder porque en Lima, amigo, sucederá. Siéntete vulnerable. Siéntete desnudo. Piérdete en medio de la locura y siente miedo. Espero que tras el ruido y la violencia, sin embargo, notes el canto de los cuculíes por las mañanas: Lima no es Lima sin los cuculíes de la mañana. Espero que tras la locura y el tráfico notes el olor cálido de los árboles de jazmín: Lima no es Lima, tampoco, sin el jazmín de Miraflores.
Espero que busques el camino y que no lo encuentres. Espero que lo hayas descifrado ya: uno va a Lima a perderse. A gritar dónde carajos están las señales. A preguntarse pero qué calle inventada es esta. A subirse a un taxi y descubrir que el taxista tampoco tiene ni idea. Espero que subas a combis sin rumbo, infames, que te pierdas por calles sin semáforos, infinitas. Espero que te sientas perdido pero que no te sientas solo: que descubras que, de cierta manera, en Lima todos están perdidos, la gente de fuera y la gente de siempre. Di China hasta aquí y llega a cualquier lugar: descubre que Lima, a primera impresión, no te lleva a ninguna parte. Reconciliate con el hecho de que conocerás Lima como te conoces a ti mismo: a medias, así que quiérela como crees que mereces quererte: con todo el corazón.
Espero que guardes un huayruro en tu bolsillo. Que lo encuentres tirado en un mercado y que rebusques y lo ruedes entre tus dedos de vez en cuando. Espero que le digas al mozo mosaico, que pidas una chela bien helena, que preguntes a cuánto me deja esto, señito y que todos los hombres sean Doctores e Ingenieros. Que en el mercado pruebes el aguaymanto sin compromiso y que al comprarlo la caserita, guiñandote el ojo, joven, te de tu yapa. Sé limeño y sé tremendamente exagerado: que treinta grados sean un infierno y que tres gotas gordas sean un temporal. Habla en diminutivo y tómate un cafecito en la tardecita en cualquier callecita de la ciudad. Ve a la casa de un desconocido sin vergüenza, porque en Lima nunca importará que seas un extraño: los limeños le abren las puertas a cualquiera. Espero que te sientas bienvenido. Espero que no te sientas más turista.
Espero que bebas, que comas y que engordes. Que pidas una cuchara para el jugo del ceviche, que te manches para siempre con mazamorra y que no te de vergüenza chupar de tus dedos la miel del turrón. Que des tu reino por los eskimos de fresa que trae esa carretilla amarilla y que un Sublime sea motivo de felicidad una tarde cualquiera. Espero que descubras que en Lima se come para celebrar, para brindar, para ser feliz, para sobrellevar la tristeza: espero que entiendas que es por eso que la comida en Lima es lo único que puede ser: puro sentimiento. Espero que conozcas el exceso de los pisco sours y los chilcanos, los tacu tacus y los chicharrones: que salgas de fiesta y recibas el amanecer con un caldo de gallina y que no te imagines sobrellevando la resaca de ninguna manera más.
Sobre todo, espero que vayas a Lima a encontrarte: no hay mejor lugar para encontrarse que aquel que lo único que hace es hacerte sentir perdido. Descubre que Lima es gris precisamente para que tú no lo seas: para que no te fundas nunca con el fondo, para que nunca te empequeñezcas. Espero que pises la arena ante el Pacífico y que en medio de tu ceguera, con la neblina bajita del incipiente invierno y la humedad en los huesos a la que nadie termina de acostumbrarse, de repente, lo veas todo claro. Será a punto de marcharte, y descubrirás que uno nunca se despide de Lima del todo: Lima tiene ese magnetismo y está contigo siempre a donde vayas. Espero que ese día asome un rayo de sol en el horizonte: Lima tiene otro vestido cuando sale el sol.
Espero que te vayas, sonriendo con esa sonrisa a medias del que acaba de encontrar algo que había perdido y quizá (espero que no) faltándote el reloj. ¿Te lo he dicho ya? A Lima no lleves reloj. Espero que aceptes ya que Lima es tuya y a la vez, de nadie, y que así es quizá como debe de ser. Espero que descubras que Lima es todas las respuestas a ninguna pregunta y que vuelvas aquí sabiendo que a veces uno se tiene que ir para volver. Espero que Lima te devuelva al lugar donde tienes que estar.
Porque aquí te encontraré.
Por Mariella Villanueva
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